He sufrido la trágica noticia de una muerte que afecta a una niña, de la edad de mi hijo, de tan sólo seis añitos de edad. Es una compañera del colegio de mi pequeño, con lo cual, la confianza y la amistad que nos unía a su mamá y a mí era algo precioso.
He escrito sobre el cáncer de mamas hace unos días, dónde hacía referencia al avance que se había conseguido en esta materia. Y justo unos días después, ocurre esto. Esa encantadora madre, que deja atrás una niña de seis años, huérfana de sus abrazos, de sus caricias, de sus tiernas palabras. HUÉRFANA DE ESA MADRE ESENCIAL PARA TODOS/AS. Habría deseado sobrevivir por esta dulzura y por su marido al cual deja sin ese calor de compañera que tan bello es en nuestras vidas. La compañía de un/a compañero/a en el camino, en el pensamiento y lucha por los proyectos e ilusiones de la vida. En la fuerza por la unión que hace fuerte a la familia y esos hijos que nacen y crecen al calor de ambos.
Me venía a la cabeza la manera en la que se debe afrontar un duelo infantil, cómo hacer para que la pérdida sea vivida por ellos sin el temor de llegar a sufrir traumas mayores por ocultación, posiblemente. Y he consultado la web, como siempre. Al apoyarme en esta documentación, sé que estoy hablando de lo que se estima favorable para la ocasión.
Así pues, se dice que es necesario no alejar a los niños de la realidad, sólo por evitarles el sufrimiento, ya que si ellos llegan a sospechar que ocurre algo y se les está ocultando, es más traumático.
Por supuesto que es bueno apartar al niño en las primeras horas, sobre todo para evitar que el niño escuche expresiones de dolor, siendo el dramatismo de las primeras horas, el más duro.
La noticia hay que darla cuanto antes, siempre que se esté calmado, habría que decirles "mamá ha muerto, es muy triste la noticia, ya no va a estar con nosotros, ha dejado de vivir".
Explicarles cómo ha ocurrido, es decir que si ha estado muy malita, por ejemplo, "mamá ha estado muy enferma", decirles que ha muerto por ello pero de manera que lo entiendan y no se asusten ante cualquier enfermedad banal que puedan tener, "ha dejado de vivir porque estaba muy malita pero no todas las enfermedades son iguales".
Me hacía pensar en ella. El comportamiento de los demás alumnos y cómo explicar estas pérdidas tan sufribles, me hizo también llegar a la web de inmediato para saber qué piensa un niño/a a esa edad si se les explica este problema. Creo que esta página que enlazo a continuación, os servirá para muchos casos en que no sepáis cómo actuar.
Tened claro que en su día, a i me sirvió... Yo era adulta, pero las pérdidas sientan muy mal siempre que a la persona que se pierde sea de un entrañable valor sentimental.
(A ti abuelita, que estarás viéndome desde dónde estés, que sé que jamás me dejarás de seguir en m camino. Te quiero.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario