Y CADA NOCHE, ME ECHARÉ SOBRE MI CUERPO ENTEROA SEGUIR SOÑANDO, CON LO QUE MÁS YO QUIERO...
NO DEJARÉ NUNCA DE SOÑARTE, DE AMARTE,
NO DEJARÉ NI UN INSTANTE DE RECORDARTE EN MI,
PARA QUE VIVAS EN TI MI PRESENCIA Y EN MIS SUEÑOS
YO TE SIENTA, HASTA EN TU AUSENCIA.
NO TE DEJARÉ NUNCA DE SOÑAR, DE IMAGINAR.
ALIMENTARÉ GOZOSA MI ENTRAÑA,
MIGRANDO HACIA LOS SUEÑOS
QUE CADA SEGUNDO ME ACERCA A LA REALIDAD
QUE ESTAMOS VIVIENDO.
Y SE ME ANTOJA SINCERA.
TE QUIERO.
Jamás había sentido este duende impulsivo y expresivo que me hace removerme las entrañas para arrebatarme el cuento misterioso convertido en verso de cada noche a ti, presa de amor eterno que en mis brazos dejas caer cada noche, que en mi regazo dejas postrar con un suspiro y presa de ti también yo, dejo una sonrisa en tu retina cada día para invitarte a que me agarre fuertemente de la mano para acariciar mi alma bendita.
Y es lo has conseguido tú, Juan, un bello ser que transformaste un día de tormenta en un soleado mes de primavera y que hiciste de un verano, una vida entera entregada a la ilusión y el placer de ser querido y querer.
Gracias por dedicar a esta humilde mujer, tu vida y tu ilusión de vivirla junto a a mi.
Te quiero, como te digo en todos y cada uno de los versos que te conjugo con amor.
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