
Se creó con tal perfección que pocos, mejor ninguno, ha de carecer de ella.
Se creó hacia los últimos días, porque ya estaba recreada entre tanta belleza, ya estaba ella encargada de ser la mejor, la más buena.
Y se la entregó cualquier Dios, como compañera, al hombre que enredó su piel en ella para hacer un mundo lleno de seres maravillosos; donde cada mujer, cada hembra que nace, nos da la oportunidad de que la Tierra siga teniendo vida. Y eso es fascinante...
Y eso, es maravilloso.
Y es también importante, y bello.
Sólo enjendrará el precioso cuerpo de mujer, con lo que ha de ser inmortal para asegurarnos que estará pendiente de nosotros. Sólo nos estrechará en su pecho al nacer y nos amamantará, nos limpiará las lagrimillas cuando lloremos y nos arropará si frío tenemos . Sólo la increible fuerza de la sensibilidad de la mujer, de la madre.

Y por ello estamos aqui.
Por ello soy inmensamente feliz de haber llevado a mi hijo en mi regazo, y haber parido alguna vez, pues esa sensación cautiva mi alma inocente y maternal; haciendo de ello que este cuerpo de mujer, se tornen esencial.
Ser mujer es lo mejor que me ha pasado en la vida.
Y lo demás, sentir la maternidad gracias a ello.

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