
ni deseos de belleza
que carecieran de dicho tacto;
no habría deseo puro y natural
que se resistiera,
a abrazarla en toda su esencia;
para fortalecerla, en el estrechamiento
de su noble cuerpo;
y poderla dibujar
con pincel de buen acierto;
sobre lienzo sólo en alma,
sin mirar nada más.
Fuere y se sintiere esencial la diva
entre todas las mujeres,
y entre ella misma.
Sintiesese ella..., "Mujer" siempre.
(A todas la mujeres, especialmente a mi familia y amigas.
He intentado recrear con éstas la esencialidad de la Mujer
y os animo a que os sintáis orgullosas de serlo.)
Por Maribel Jiménez
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