a quién amé con toda mi alma
y ahora es fruto de un suspiro,
que envuelto en el recuerdo,
hace brotar de mis ojos las lágrimas.
Hubo alguien en mi vida,
que me llenó de caricias,
que me elevó hasta el cuento de hadas
y me hizo la princesa del mismo.
Hubo alguien en mi vida...,
que me susurraba canciones bellas y poemas,
que me abrazaba cada noche de luna
y me dejaba entrever su alma.
Eso lo hubo...
Hoy tengo las lágrimas que resbalan por mis mejillas;
y me dejo caer en mis sueños de rodillas.
Así, cuando descubro que ya no está,
que decidimos emprender un nuevo camino
y que las canciones, ya no nos las cantaremos;
ni los besos nos los daremos, ni nos los enviaremos;
ahora sólo queda que el recuerdo
sea condescendiente con nuestros corazones,
y nos aventuremos al olvido de lo que pudo haber sido
y nunca llegó a ser...
Hoy derramo estas lágrimas por aquella historia.
Hoy me acuerdo de aquel amor cercano.
Mas hoy, aún lo seguiré haciendo y lo mantendré en mi alma
mientras mi corazón lata, en todo momento.
En este instante me encierro en mi alma para siempre,
para vivir una vida, sin el sueño que tuve, mantuve y quise retener.
Hoy viviré el momento en la ausencia de este ser
soñando ya sin soñar la historia que soñé;
y meciéndome en el paso del tiempo sin el amor que quise y se fue.
Entre los suspiros de mi aliento
siempre me quedará en el pensamiento eterno
de su paso por mis momentos.
Ahora viviré atada al recuerdo del que nunca entendió
que era único y verdadero..., ese gran amor.
Pero ese será mi recuerdo, el amor, que aunque pasajero
me dejó el corazón lleno.
Un beso a ti. (Eterno).
Maribel Jiménez en Badajoz a 5 de agosto de 2010.