
He subido una imagen que guardé hace unos días. Es bella como una rosa, de tantas y tantas que abundan en mis carpetas. Es Un Milagro de la Naturaleza, la belleza de la Mujer y las criaturas provinientes de su vientre.
Esa tarde he tenido un nudo en el estómago, he tenido que dar mi más sentido pésame por el fallecimiento de la madre de alguien que es estimadamente de mi edad. Su madre era muy joven y su muerte ha sido una sorpresa que nadie esperaba. Mucho dolor para una hija, para la familia; que al amparo de cada día, se vivieron rodeados de su ternura y cálido amor.
¡Qué hondo penar perder a la Mujer que te dio la vida!
Allá donde se encuentre una madre nos hará eternamente sentirnos llenas de ellas mismas, porque jamás se puede perder esa esencia primera, esa que queda para siempre en nuestras almas. Una madre...
Y eso, una madre, Mamá... Te quiero mucho, gracias por todo lo que me haces sentir y por esas risas que nos echamos de vez en cuando, porque son las que van anidando en mi alma.
Maribel Jiménez. Badajoz.
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