Las mujeres todavía tienen que superar algunas barreras para progresar en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado
27.02.10 - 00:27 -
Ayrat, María Romo, Rosario Bélmez, Eugenia Bote, Estrella Prieto e Isabel Martín, ayer en Badajoz.
Ana Xayrat y Estrella Prieto tienen algo en común. Ambas son pioneras en Extremadura. La primera, Ana, en el Seprona de la Guardia Civil. Es la única mujer de Extremadura y una de las seis o siete de toda España que pertenece a este servicio del Instituto Armado. Estrella es la primera chica que ingresa en el cuerpo de bomberos de la región. Aunque ellas no quieren ser noticia por esto. Más bien, desearían no suponer una excepción.
Pero sus casos explican que la igualdad de género en el ejército y en los cuerpos de seguridad todavía queda lejos. No hablan de machismo. Más bien al contrario, se deshacen en elogios hacia sus compañeros de profesión, pero siempre «hay excepciones», destaca Estrella.
Ella empezó su carrera profesioonal en Huelva, pero ahora trabaja en el parque de Villafranca. Ejerce como bombero mecánico conductor y es técnico en emergencias sanitarias. Llegar hasta donde está hoy «no ha sido un camino de rosas», según relata.
De Ana se puede decir que estaba predestinada. Su padre fue agente del mismo servicio y dos de sus hermanos pertenecen también a la Guardia Civil.
Ahora conoce al dedillo los campos del entorno de Azuaga, por donde suele patrullar en moto con sus compañeros.
La experiencia de Rosario Bélmez no venía tan definida. Ella no tenía detrás una estirpe familiar. Decidió entrar en la Policía Local de Badajoz en el año 82. Una decisión así en ese momento le obligó a dar muchas explicaciiones. «Pasé «muchas dificultades porque en aquella época trabajar de policía todavía se consideraba un empleo de hombres». Hoy es subinspectora del cuerpo e instructora y monitora de tiro en la Academia de Seguridad donde se forman los policías locales de la provincia.
Rosario habla de la vocación de servicio que ha acumulado estos años. Esa vocación también movió a Beatriz Hernández a ingresar en el ejército de tierra. Ahora ejerce de teniente en el regimiento mecanizado saboya número seis. Antes se licenció en Ciencias Política y pasó por la Academia Militar de Zaragoza. También cumplió destino en Afganistán. «Si no tienes vocación no puedes dedicarte a esto».
Los mismos sentimientos de los que habla la teniente Hernández los experimentó María Isabel Martín. Estudió Arquitectura Técnica en Cáceres. Trabajó como aparejadora para una empresa privada hasta que conoció de cerca la vida de una base militar por un master de prevención de riesgos laborales. Abandonó su vida civil e ingresó en el ejército. Su cometido es la Oficina Técnica de la Escuadrilla de Infraestructuras de la Base Aérea de Talavera. Cuando le preguntan por su cambio de vida, lo explica de forma muy gráfica. «Me encanta ir a trabajar cada día, antes no era así». Dice que en la base no nota ninguna discriminación porque el ejército ha ganado muchas mujeres en los últimos años.
Pero si hay un cuerpo que ha ganado diversidad de género es el de la Policía Nacional. María Romo, subinspectora desde 2005 y María Eugenia Bote, jefa del grupo de delincuencia económica y delitos económicos en Badajoz son un reflejo de ello. Ambas han recibido la Cruz al Mérito Policial con distintivo blanco por su labor en el cuerpo.
El Corte Inglés
La experiencia de estas siete mujeres protagonizan el ciclo de conferencias que cada año organiza El Corte Inglés con motivo del Día Internacional de la Mujer. La agente del Seprona Ana Xayrat inaugurará las charlas el 13 de marzo a las siete de la tarde en la sexta planta del centro comercial. Dos días después hablará Beatriz Hernández Gil. El 16 de marzo lo harán María Eugenia Bote y María Romo .
Estrella Prieto ofrecerá su coloquio el 17 de marzo y el 18 María Isabel Martín. La subinspectora de la Policía Local de Badajoz Rosario Bélmez cerrará el ciclo el 20 de marzo.
